La
forma de ser va ligada a un tipo de cerebro determinado, y como dice un
conocido anuncio de uno de tantos bancos, ser “ahorrador” es ser diferente.
Según un estudio publicado en la revista Neuron, donde se analizaron a
diferentes sujetos dándoles 40 dólares para que pudieran gastar en diferentes
objetos que les eran mostrados junto a sus respectivos precios, los cerebros de
los compradores compulsivos actuaban de forma diferente.
Con
las imágenes de los objetos deseables, se iluminaba el núcleo accumbens (uno de
los núcleos del placer), y con el precio se estimulaba la ínsula (un centro que
participa en el miedo y la anticipación). Pero, para los compradores
compulsivos, este núcleo de la anticipación parecía no afectarse, pues volvían
a casa sin dinero.
El
estado de ánimo afecta a las compras
Seguramente
esto nos sonará, pues no será ni la primera ni la última vez que veamos a
alguien que, en un momento de bajón o tristeza, sale de compras para animarse.
Esto fue demostrado por un estudio llevado a cabo por investigadores de
Stanford, Harvard, Carnegie Mellon y la Universidad de Pittsburgh, en un
artículo publicado en la revista Psychological Science.
En
dicho artículo se demostró que los individuos que se sienten tristes están
dispuestos a pagar hasta tres veces más
por un objeto respecto a alguien que tiene un estado de ánimo neutro. Es decir,
que la tristeza puede provocar compras compulsivas.
La
oniomaría o adicción a las compras
Hoy
en día tenemos términos para definirlo todo, y la adicción a las compras
también puede denominarse oniomanía. Pero no sólo tenemos el término, sino
también ciertas relaciones con otro tipo de adicciones.
Según
el Instituto Nacional de Salud de EEUU, la oniomania suele relacionarse con adicciones como la
ludopatía (adicción a los juegos de azar), los trastornos del estado de ánimo,
la ansiedad o el abuso de drogas.
Las
mujeres tienden a buscar las ofertas en la web, pero los hombres participan más
en compras online
Según
un estudio realizado por Perfomics, las mujeres tienen mucho más que los
hombres a buscar cupones, ofertas o promociones especiales. Pero, por otra
parte, el sexo masculino participa mucho más en las compras online: leyendo
críticas de productos, comparando dichos productos, buscando información o
disponibilidad y localizando tiendas físicas para poder comprar.
Las PC han
modificado nuestro comportamiento a la hora de comprar
Antes
el comportamiento normal era salir directamente a la tienda y comprar en el
momento. Pero, actualmente, según Google, el 80% de los compradores investiga
las compras que va a realizar vía online (comparando productos, mirando
precios, disponibilidad, etc).
Además,
con la crisis actual, están floreciendo muchas páginas web de comparador de
precios de diferentes productos. Los comportamientos de flexibilidad y eficacia
a la hora de comprar están provocando que seamos más inteligentes a la hora de
adquirir cualquier producto.
Existen
hasta cuatro tipos de comportamientos diferentes a la hora de comprar
Según
un estudio realizado por la empresa Nielsen, podemos hablar de hasta cuatro
maneras de pensar para salir de compras:
El piloto automático
o grab-and-go:
Resumidamente, es el modo de consumir siempre lo mismo de forma rutinaria,
comprando siempre las mismas marcas y con la misma lista de la compra, sin
intentar variar.
Búsqueda de variedad: Este es el modo
contrario al anterior, donde el comprador se aburre de “siempre lo mismo” y
busca un poco de variedad.
Modo zumbido o
“buzz”:
Es el modo en el que se encuentran los compradores susceptibles a los productos
atractivos o novedosos.
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