Los consumidores se han convertido en individuos cada vez más informados y que no tienen ninguna duda de buscar la respuesta a sus necesidades allá donde esta se encuentre. Conceptos como el Big Data están en boga como abanderados de la personalización pero ¿conocemos realmente a los consumidores?
Detrás de los números y porcentajes se encuentran las personas, individuos que sienten y piensan cuyas decisiones, en casi el 95% de los casos, se toman de forma subconsciente. Con esta fotografía ¿por qué no recurrir en nuestros negocios al mejor de nuestros aliados? Hablamos de la neurociencia y el neuromarketing, trabajar en base al verdadero centro de decisiones del ser humano: el cerebro.
“Applying neuroscience into business” ha sido la ponencia ofrecida en el Neuromarketing World Forum de Barcelona por Wim Ubachs, creative & strategy director de The Egg of Ubachs en la que ha hablado de su viaje y experiencia a través del neuromarketing.
“El neuromarketing todavía no está bien aceptado en el mundo de la publicidad. El neuromarketing se representa de una forma muy mala y necesita una campaña mucho mejor” ha recalcado rompiendo una lanza a favor de este para que la industria de la publicidad comprenda por fin que es necesario para el desarrollo de los conceptos.
¿Por qué hay “miedo” al neuromarketing?
Algunos piensan que el neuromarketing no tiene respeto por los consumidores ha explicado aportando que la publicidad en sí misma, tiene una connotación negativa. “El mensaje de nuestra campaña es que la neurociencia de los consumidores ayudará a elaborar trabajos más efectivos y nos da valiosas pistas sobre el camino que debe tomar la publicidad”.
En palabras de Bachs, el neuromarketing es sólo el marketing de siempre pero con un poco más de conocimiento. De forma histórica se han identificado las emociones con el corazón pero la fuente orgánica y verdadera de estas es el cerebro. “La emoción gobierna nuestro comportamiento” por lo que no se entiende que aún existan tantas reticencias ante las ventajas que aporta la neurociencia del consumidor.
“La publicidad no es una ciencia. Se trata de una persuasión y esta es arte. La tecnología puede mejorar el arte” ha destacado. “Sí en la publicidad hubiese una fórmula para crear los anuncios perfectos, al día siguiente la industria ya no valdría tanto” ha afirmado ante esta situación de “mala” imagen del neuromarketing que se percibe en ciertos sectores de la publicidad.
Su viaje nos lleva a una interesante conclusión: emoción y subconsciente como claves para avanzar en la industria. “El subconsciente es muy importante en el comportamiento humano” señalando que “aunque no te importe la ética, nunca debes utilizar el poder de forma equivocada” en relación a lo importante que resulta no cruzar determinadas líneas éticas en publicidad.
“El neuromarketing les ayudará a crear mensajes más atractivos y efectivos” afirmando que quizás debería denominarse “marketing humano” ya que se basa en analizar como nos comportamos.